He regresado a la VIDA de un viaje; intenso, duro y largo, pero también de un viaje donde he aprendido y recibido mucha información para realizar un giro mas en mi camino evolutivo, donde desarrollo mi PROPÓSITO VITAL. Todo lo que pasa es perfecto siempre, para nuestra evolución y aprendizaje.

He estado 40 días sedada en la UCI, este verano de 2021, para posteriormente acometer los cuidados de rehabilitación, haciendo lo propio para que mí cuerpo pudiera recordar moverse después de tanto tiempo encamada.

Regreso nueva, renovada y con más ganas, aún si cabe, de seguir mi camino de apoyo y colaboración en el avance personal y espiritual.

Solo el ALMA conoce los caminos que elije para acceder a la información que necesita y hacer el trabajo que debe realizar en su experiencia vital.

Una experiencia que además de física, ha sido espiritual, porque he regresado con una información muy valiosa y que me lleva a dar testimonio de que existen unas energías que siempre nos acompañan. Esas energías son fieles guardianes de que podamos hacer aquello que hemos venido a hacer y que cumplen un papel muy importante en la realización de nuestro PROPÓSITO.

Morí y regresé porque tal cual oí, me decían que “aún no estaba culminado mi camino”, y esta vez debo hacerlo confiando mucho más en que lo haré para mí y para contribuir con el sustento energético que necesitamos en este momento.

Todo en la vida tiene un sentido y siempre es para bien, el despertar de nuestra consciencia, el avance de los aprendizajes de nuestra alma, o el simple testimonio de que SI existe una fuerza invisible que nos une a todos/as, y que nos hace unirnos de manera casi mágica.